jueves, 18 de junio de 2009

Segundas pieles.... el catsuit


Siento una atracción irresistible por algunas prendas fetichistas...
y me fascinan las personas que se introducen en ellas
como en una segunda piel.
Dentro de sus atuendos y vestiduras se transforman, mutan
y convierten, enfundados en prendas diseñadas para el placer.




Adoro los catsuits, de latex sobre todo,
que no enseñan sino dibujan apeteciblemente...
como si de una piel de caramelo se tratase.
Una piel que provoca la necesidad de lamer y acariciar.




El atrezzo es parte del juego...
las segundas pieles se liberan, buscan y devoran
y así.. vestidos y a la vez desnudos,
mostramos sin miedo lo que somos, sentimos
y deseamos ser en realidad.

martes, 16 de junio de 2009

La mirada del voyeur


La palabra voyeur deriva del verbo voir (ver) con el sufijo -eur del idioma francés.
Una traducción literal podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso.

El voyeur suele observar la situación desde lejos, bien mirando por una cerradura, por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara, etc.

La masturbación acompaña, a menudo, al acto voyeurista.

El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un potenciador de la excitación.

A la tendencia voyeurista se le asocia frecuentemente la tendencia exhibicionista (disfrutar mostrándose, más o menos abiertamente, semidesnudo o completamente desnudo).

Ambas conductas poseen un fuerte componente compulsivo, irrefrenable, mostrando los sujetos aumento de su tasa cardíaca y sudoración ante la aparición de estímulos relacionados con dichas actividades. Estos efectos físicos desaparecen tras la realización del acto voyeurista.


En algunas culturas el voyeurismo se considera una perversión y varios países lo han clasificado como un delito sexual.

Está catalogado por la Sexología como una de las más de 130 parafilias conocidas.

Y yo me pregunto... si no consideramos perversión el placer de deleitarnos con una obra de arte, una película, con la fotografía, o cualquier medio visual que nos satisfaga de un modo placentero... por qué alertar sobre la observación morbosa del cuerpo humano y sus pasiones?

Todos llevamos un voyeur dentro...

Si eres de los que no pueden evitar asomarse a la cerradura...
pasa, estás invitado.

sábado, 13 de junio de 2009

Utopía...


Desde que te conozco
estoy pensando en hacer del canibalismo
la base de mi alimentación.

jueves, 11 de junio de 2009

Rosas


Toma las rosas, y aprieta las espinas hasta que tus manos sangren,
incluso mientras hueles el dulce aroma que desprenden.

Cuando puedas entender por qué no hay contradicción aquí,
encontrarás el primer paso del camino.

Porque no existe mayor placer que las espinas con rosa...
ni mayor belleza que las rosas con espinas.

El beso de papá...



Últimamente -lo notaba con inquietud-,
cuando la acompañaba a la cama por la noche
o muchas veces por la mañana,
cuando iba a despertarla y ella aún estaba dormida,
como colocada allí por las manos de Dios,
y a través del velo de su camisón se adivinaban las formas
de caderas y pechos y del hueco del hombro, codo y axila mórbida,
donde apoyaba el rostro,
emanando un aliento cálido y tranquilo...
sentía un malestar en el estómago y un nudo en la garganta
y tragaba saliva y,
Dios era testigo!,
maldecía el hecho de ser el padre de esta mujer y no un extraño,
un hombre cualquiera ante el que ella estuviera acostada como ahora
y que sin escrúpulos pudiera yacer a su lado,
encima de ella y dentro de ella con toda la avidez de su deseo.
El sudor le empapaba y los miembros le temblaban
mientras ahogaba en el interior tan terrible concupiscencia,
y se inclinaba sobre ella para despertarla
con un casto beso paternal.


El perfume,
Patrick Süskind

viernes, 5 de junio de 2009

Hambre...



En lo más profundo de mi insustancialidad hormonal, solo reinaba el caos.
De noche, me levantaba para ir a la cocina a pelear con unas piñas : había observado que el exceso de dicha fruta me hacía sangrar las encías, y necesitaba ese combate cuerpo a cuerpo. Cogía un cuchillo grande , atrapaba la piña por la cabellera, la despellejaba con algunos cortes y la devoraba hasta el corazón.
Si las primeras sangres seguían sin derramarse, despedazaba otra : llegaba el momento excitante en el que veía la carne amarilla inundada con mi hemoglobina.
Aquella visión me enloquecía de placer.
Devoraba el rojo en el corazón de oro.
El gusto de mi sangre mezclada con la piña me aterrorizaba de voluptuosidad.
Comía a marchas forzadas y sangraba todavía más.
Era un duelo entre las frutas y yo.
Estaba condenada a perder, salvo que estuviera dispuesta a dejar hasta mi última gota de sangre.
Interrumpía aquella lucha singular cuando sentía que mis dientes estaban a punto de caer.
La mesa de la cocina era un ring en el que subsistían enigmáticos vestigios.
Aquella Ilíada frutal enjugaba un poco mi rabia.


Biografía del hambre,
Amélie Nothomb

miércoles, 3 de junio de 2009

Jugar con fuego...



"Si te mueves, te haré daño..."
Empecé a temblar... sabía que no iba en broma.

Reconozco enseguida sus momentos de crueldad
salta el interruptor en su cabeza...
huele mi miedo...
destila una pulsión sádica
que hace estremecerme...

Acaricíaba con el frio metal todo mi cuerpo...
tiritaba encima de la cama, con el rostro cubierto
" ¿no sabes lo qué es todavía?..."

En una ocasión fue un gran cuchillo afilado,
en otra unas tijeras...
esta vez era diferente.
Puso el objeto de filo y bajó lentamente desde mi cuello
por el pecho, hasta el ombligo.

Sentí el escozor de cuando la piel se raja levemente
y esa sensación me hizo temblar más todavía.
La sangre me da pánico, es estética y en momentos
irracionales resulta muy erótica y desinhibidora...
pero me asusta pensar en una herida profunda y
la sangre rojísima brotando de mi cuerpo.

Él lo sabe... juega con mis miedos...
le excita verme asustada, empequeñecida ante sus caprichos
y a mí me excita saber que le complazco.

En una ocasión, conversé con cierta persona del club de los pervertidos
sobre las navajas de barbero... atracción y horror a partes iguales.
Esta vez pude comprobarlo en mi propia piel.
Lamí la hoja de la navaja y sentí el pulso de mi Dueño manejándola
con precisión, con esa precisión casi médica que me erizaba la piel.

La sentí deslizándose entre mis piernas...
suavemente, como el peligro que acecha en silencio...
"¿tienes miedo?"...

Recordé el viejo refrán... "si juegas con fuego, acabarás quemándote"
y entonces pensé que la llama hiere, duele,
pero muchas veces el calor que provoca es más intenso
que el propio temor a la quemadura.


I love the ground you walk...




I need you more than you can know


and if i hurt myself it's just for show

i found a better way to curb the pain

you put a trigger here inside my brain...


Mother I need him

i'm falling apart

mother i need him

and it's only the start...


I love the ground you walk...

with all my heart.