...ardiendo de curiosidad,
se puso a correr tras el conejo por la pradera,
y llegó justo a tiempo para ver cómo se precipitaba
en una madriguera que se abría al pie del seto.
Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera,
sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir.
Al principio, la madriguera del conejo se extendía en línea recta
como un túnel, y después torció bruscamente hacia abajo,
tan bruscamente que Alicia no tuvo siquiera tiempo
de pensar en detenerse y se encontró cayendo
por lo que parecía un pozo muy profundo.
O el pozo era en verdad profundo, o ella caía muy despacio,
porque Alicia, mientras descendía, tuvo tiempo sobrado
para mirar a su alrededor y
para preguntarse qué iba a suceder después.
Primero, intentó mirar hacia abajo y ver a dónde iría a parar,
pero estaba todo demasiado oscuro para distinguir nada.
(...)
¿No acabaría nunca de caer?
- Tengo que estar bastante cerca del centro de la Tierra -, pensó.
Alicia en el País de las Maravillas, L. Carroll.
Ey hola! me alegra leerteeee no sabía de tú/vuestro blog
ResponderEliminar